Acariciar el Tiempo

 

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Blog de Miguel Ángel Lama

Nada importa que hoy no sea 21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer, para escribir esto. Ayer encontré en una de mis carpetas de este ordenador un texto titulado «Acariciar el tiempo» que yo había enviado como contribución al libro Escritos sobre el olvido, publicado en septiembre de 2008 por «Alzhei-Cáceres», la Asociación Cacereña de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias Neurodegenerativas.  En ese libro, ilustrado con imágenes de Andrés Talavero, hay textos de Luigi Giuliani, Juan Ramón Santos, Rafael Rodríguez Niño, Alfonso Callejo Carbajo, Victoria Pineda (por sus traducciones de Eugenio Montale, D. H. Lawrence, Giuseppe Ungaretti, Billy Collins y Jeffrey Skinner), Francisco Rodríguez Criado, Sergio Lorenzo, Ana Baliñas, Rogelio Pérez Mariño, José Rincón, Laura Guerra Rey, Juan Castell Quiles, Jesús González Javier, Piti Corella, José Ramón Alonso de la Torre, María Granado Belvís, Pilar Galán, Teresa Aragón Sánchez, Pilar Bacas Leal, Victoria Caro Bravo, Diego Doncel y Fernando Pérez Escanilla. Antes de acostarme, tarde ya, anoté para este apunte de hoy el título de aquel texto, y escribí «Acariciar el sueño». La errata es significativa. Aquel texto, el siguiente:
«No recuerdo bien si aquel libro de poemas lo leí en el hospital en donde la conocí. Ella no hablaba, no se quejaba. Alguna vez, sí, pronunciaba un nombre… Su mirada perdida llenaba la habitación de una incerteza permanente, y nos sumía a los que allí estábamos en un tono gris y espeso de cielo encapotado. Tenía varios hijos, no recuerdo cuántos, numerosos, más de cuatro, que la visitaban; aunque sólo uno era el que permanecía más tiempo con ella. No recuerdo si se llamaba Ángel. Él fue, cómo no, quien me mostró el gesto que me ocupa y que ahora intento reconstruir. Era una manera sutil de acariciar el tiempo. Se acercaba al lecho en el que su madre yacía con su silencio insondable y su mirada extraña y tomaba su mano con delicadeza extrema, y permanecía así, así, acariciándola, durante varios minutos. No recuerdo cuántos. Se marcharon un día, y quedamos nosotros. Varios días después estuve imitando aquel gesto sin llegar a tan amorosa perfección; probablemente porque no estaba ella, y quien estaba, mi madre, no necesitaba la emulación de una caricia aprendida de aquel trato de días; no necesitaba, siquiera, la atención tan profunda y sentida que se presta por tan oscuro silencio. Mi madre hablaba, recordaba…; recordaba a la madre de Ángel. Creo que sí, que se llamaba Ángel, no recuerdo bien. El hospital tiene ese argumento seriado. Su historia es diaria, con su planteamiento, su nudo y su desenlace. A veces, éste es, simplemente, una despedida. Ahí te quedas tú, a la espera de un nuevo inquilino en esta historia diaria. Recuerdas quién fue, cómo se llamaba, y te quedas con ese sabor espeso de la mirada, de ella, de alguien que sabes que no recuerda que fue la protagonista de un poema de amor. Un poema como el de aquel libro que leí en el hospital. No recuerdo bien.»

 

Piden al Gobierno suprimir los copagos a personas con discapacidad

La Organización de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica reclamará al nuevo Gobierno la supresión del copago farmacéutico y en dependencia para personas con discapacidad.

Así lo ha anunciado hoy Daniel-Aníbal García Diego, secretario de Organización de Cocemfe, durante su intervención en Sevilla en el V Seminario Internacional sobre Discapacidad Militar de ACIME.

García Diego se queja de que “las Comunidades Autónomas, ante las dificultades presupuestarias y con el beneplácito del Gobierno, han incorporado el copago en dependencia para que los propios beneficiarios paguen por las prestaciones que reciben, es decir, pagan por sus derechos”.

Según el secretario de Organización de Cocemfe, “el copago en dependencia solo tiene afán recaudatorio, ha contribuido al empobrecimiento de las personas dependientes con una presión desproporcionada que penaliza a las personas con rentas medias-bajas, a quienes llega a expulsar del sistema o les deja con poco más de 100 euros al mes para gastos personales”.

“Cocemfe considera que no debería haber copago en dependencia porque ninguna persona debería pagar para recibir los servicios y apoyos que necesita para poder decidir qué vida quiere llevar. Es urgente reformar la Ley de Autonomía Personal y Dependencia para eliminar el copago y solo establecerlo, si fuera necesario, de forma excepcional para las personas con rentas muy altas”, ha reivindicado el secretario de Organización de la entidad.

Fuente: El Boletin. Diario de Actulidad y Finanzas desde 1992